Sueño que soñé que el amor ideal encontré.
Sueño que soñé que de paseo la llevé.
Por cada sitio que pasé
a nadie indiferente dejé.
Sueño que soñé que a la orilla del mar la
llevé.
Sueño que soñé que a la mar también impresioné.
Amansando sus olas a nuestro pasear
convirtiendo en suave alfombra la arena
bajo nuestros caminar
interpretando bellas notas el susurro de su espuma al
llegar
despertando nuestros sentidos el aroma de
las azucenas de mar.
Sueño que soñé que el atardecer sería
espectacular.
Sueño que soñé que el momento nos haría explotar.
Pero al sol no le gustó y de rabia lloró
lagrimas de sangre que a la mar enrojeció
consiguiendo mejorar lo que nos quiso
fastidiar.
Sueño que soñé que allí mismo debíamos amar.
Sueño que soñé que el momento no sería de olvidar.
Una suave sensación en mis labios me hizo desperezar
y un agradable aroma me hizo despertar
como todo sueño se tenía que acabar.
Pero al abrir los ojos.... allí la vi.
A mi amor junto a mí.
Y comprendí que así era muy fácil soñar.
(c) Alfonso Pavón Benítez (2017)